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Cómo aislar una vivienda del frío y prepararse para el invierno

 

¿Cómo aislar una vivienda del frío? Es una pregunta inevitable una vez terminado el verano, y a medida que va avanzando el otoño. Será una cuestión más o menos acuciante en función de dónde vivamos, pero una cosa está clara: proteger nuestro hogar del frío es fundamental para garantizar nuestro bienestar, crear un ambiente confortable y, por supuesto, evitarnos problemas de salud.

Además, hay un beneficio adicional: contar con un aislamiento adecuado nos ayudará a ahorrar mucho dinero a largo plazo. Las viviendas con un aislamiento defectuoso serán menos eficientes a nivel energético, mucho más difíciles de calentar, pero este no es, en absoluto, un problema irresoluble. Con unas reformas sencillas podremos mejorar la eficiencia energética de nuestro hogar y aislarlo del frío.

La mayor parte de las reformas necesarias para aislar una vivienda del frío requieren de la intervención de una empresa de reformas y construcción, es decir, de un equipo de profesionales que analicen el estado de nuestra vivienda, detecten los posibles problemas de aislamiento y los resuelvan. Esto implica un coste, sí, pero uno que, como ya decimos, se verá compensado por el dinero que ahorraremos en energía.

Veamos ahora cuáles son las reformas que deberemos realizar en una vivienda para aislarla del frío:

 

1. Sellar los huecos y arreglar las grietas

 

Las grietas en las paredes y los pequeños huecos que tal vez tengamos por casa son uno de los principales factores que perjudican la eficiencia energética de un hogar: por ellos penetra el aire frío, lo que hace necesario que la calefacción trabaje mucho más. Sellar correctamente huecos y grietas, una reforma no demasiado costosa, puede significar una enorme diferencia.

 

2. Mejorar el aislamiento de los muros

 

El estado de los muros de una casa también tiene un gran impacto en su nivel de eficiencia energética. Si podemos escoger, son muy recomendables los muros con cámaras de aire, construidos con materiales aislantes y de buena calidad. Es una solución que resta unos pocos centímetros de espacio a las habitaciones, pero brinda una gran protección frente al frío. Y, si nuestros muros son de una sola capa, podemos reforzar su aislamiento erigiendo una doble pared con placas de yeso laminado.

 

3. Mejorar los cerramientos

 

Si nos preguntamos cómo aislar del frío una vivienda, la mejora de los cerramientos debería ser una de las primeras ideas que nos venga a la cabeza. Las ventanas con doble acristalamiento son, en este caso, nuestras mejores aliadas. Combinadas con unos marcos con rotura de puente térmico, que contienen un material aislante, mejorarán significativamente la capacidad de nuestra vivienda para retener el calor.

 

Nuestro confort térmico durante el invierno mejorará mucho si llevamos a cabo estos cambios y reformas. En general, e independientemente de la época del año, siempre debemos valorar lo que se denomina el comportamiento térmico de una vivienda: su capacidad para conservar el calor en invierno y el fresco durante los meses cálidos.

Si vas a comprar una vivienda o un local comercial, te recomendamos encarecidamente que solicites un análisis de su comportamiento térmico, una tarea con la que podemos ayudarte en Vusa. Y si simplemente quieres mejorar el aislamiento de tu casa frente al frío, también somos lo que necesitas: una empresa de reformas y construcción experta a tu servicio.

Contacta ahora con Vusa en el 944 571 890 o escríbenos a vusa@vusagaldakao.com y te asesoraremos sin ningún compromiso.